La Naturaleza y la Meditación

Comparto este teexto del maestro tibetano Sogyal Rimpoché, en el cual nos explica una manera activa de meditar observando la naturalez.

 

La naturaleza siempre es una fuente de inspiración inagotable.

Para sosegar vuestra mente dad un paseo por un parque al amanecer o contemplar el rocío de una rosa en un jardín.

Tendeos sobre la hierba, alzar vuestra mirada hacia el cielo, y deja que vuestra mente se expanda en su espaciosidad. Dejad que el cielo exterior despierte un cielo en el interior de vuestra mente.

Deteneros junto a un arroyo y dejad que vuestra mente se funda con su fluir, unidos a su murmullo incesante. Sentados juntos una cascada y permitir que ” su risa ” sanadora purifique vuestro espíritu.

Pasear por una playa y recibir de pleno en la cara el dulce aire del mar.

Celebrar el claro de la luna y utilizar su belleza para sanear vuestra mente.

Sentaos a orillas de un lago o en un jardín y, respirando sosegadamente, deja que se haga el silencio en vuestra mente, mientras la luna se alza lenta y majestuosamente en la noche despejada.

Todo puede convertirse en una invitación a la meditación: Una sonrisa, un rostro en el metro, la visión de una pequeña flor creciendo en la grieta de una acera.

Ofreced cada alegría y permaneces siempre despiertos “a las noticias que siempre llegan del silencio”.

 

Sogyal Rimpoché

“libro tibetano de la vida y de la muerte”

fotos: Sita Grau

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